Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!

Si uno no es productivo en otros aspectos, uno tampoco es productivo en el amor.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba, tienes enredaderas y estrellas en el pelo, desnuda eres enorme y amarilla como el verano en una iglesia de oro.

Entre sus cejas vivas vi brillar una estrella. El cielo estaba azul, y yo estaba desnudo.

Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, en secreto, entre la sombra y el alma.

El primer beso que supo a beso y fue para mis labios niños como la lluvia fresca.

El amor inmaduro dice, "te amo porque te necesito". El amor maduro dice, "te necesito porque te amo".

Quizá solo se trate de encontrar a quien te sigue mirando cuando tú cierras los ojos.

Y ya sabes que a mí me gusta acabar los poemas con el verso perfecto, ese que empieza en un papel y acaba en tu boca.

La distancia me impide besarte, pero no quererte con todas mis fuerzas.

Todos estamos enamorados. Solo algunos estamos despiertos.

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña.

Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron.

Eres lo más bonito que he hecho por mí.

Te vi follar y fallar y no sé cuándo me gustaste más: si cuando te contemplé proclamándote diosa o cuándo te observé confesándote humana.

Sea como sea, donde sea pero juntos.

En un beso sabrás todo lo que he callado.

Nos veremos pronto y prometo que será mejor que cualquier otro momento en el mundo.

El amor precede al conocimiento, y éste mata a aquel.

Amor a primera vista no es amor, amor es haberlo visto todo, bueno y malo, y seguir amando.

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía eres tú.

No cambiaría un minuto de ayer contigo por cien años de vida sin ti.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca.

Los amores reales, bonitos y duraderos no solo te toman de la mano, sino que también te sujetan del corazón.

Y aunque no me quisieras te querría por tu mirar sombrío, como quiere la alondra al nuevo día sólo por el rocío.

En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida.

Diré que eres más bella que la luna; Que el tesoro del cielo es menos rico que el tesoro que vela la importuna caricia de marfil de tu abanico.

Desnuda eres tan simple como una de tus manos, lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente, tienes líneas de luna, caminos de manzana, desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.

Corazón. ¿Por qué mandas en mí, si yo no quiero?