Ser sincero es ser potente: de desnuda que está, brilla la estrella.

Nunca podrás experimentar todo. Entonces, por favor, haz justicia poética a tu alma y simplemente experiméntate a ti mismo.

Pase lo que pase, siempre sé tú mismo.

Si quieres mantener la felicidad, tienes que compartirla.

No temas a los enemigos que te atacan, teme a los amigos que te adulan.

Las acciones nos libran de los malos sentimientos, y son los malos sentimientos los que envenenan el alma.

No nos permitamos estar molestos por cosas pequeñas que deberíamos despreciar y olvidar. Recuerda “la vida es demasiado corta para ser pequeña”

No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.

Trata honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra personas.

Hay cierto grado de satisfacción en tener el valor de admitir los errores propios. No sólo limpia el aire de culpa y actitud defensiva, sino que a menudo ayuda a resolver el problema creado por el error.

El sufrimiento es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad, ya que sólo el sufrimiento nos hace personas.

Recordemos que las críticas injustas son frecuentemente elogios disfrazados. Recordemos que nadie patea a un perro muerto.

Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

La vida se ha vuelto mucho mejor ya que he tenido que dejar de tomarla en serio.

Todos somos diferentes, pero hay una especie de temor en la sociedad a serlo. Nadie quiere que lo tachen de loco, pirado, raro o de cualquier otra cosa, así que escondemos nuestra individualidad.

Quiero llorar porque me da la gana.

Lo importante no es quien eres, donde estás o lo que haces que te hace feliz o infeliz. Es lo que piensas acerca de esto.

Si quieres conquistar el miedo, no te quedes sentado en casa pensando en ello, sal y ponte a trabajar.

Todo el mundo busca la felicidad, y hay un medio seguro para encontrarla. Consiste en controlar nuestros pensamientos. La felicidad no depende de condiciones externas, depende de condiciones internas.

Dicen por ahí que conocer es perdonar. Pero no, perdonar es conocer. Primero el amor, el conocimiento viene después.

Eres tan joven o tan viejo como te sientes. Si tu espalda es rígida con 30 años, entonces eres viejo. Si consigues que sea móvil y flexible a los 60, entonces te seguirás manteniendo joven.

La buena condición física es el primer requisito para la felicidad.

Ama tu ritmo y rima tus acciones; bajo su ley, así como tus versos; eres un universo de universos, y tu alma, una fuente de canciones.

La verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.

Nuestra fatiga está causada a menudo, no por el trabajo, sino por la preocupación, la frustración y el resentimiento.

Si te empeñas en soñar, te empeñas en aventar la llama de tu vida.

La torre de marfil tentó mi anhelo; quise encerrarme dentro de mí mismo, y tuve hambre de espacio y sed de cielo desde las sombras de mi propio abismo.

Las cosas pequeñas hacen la suma de la vida.

La crítica es inútil porque pone a la otra persona a la defensiva, y por lo regular hace que trate de justificarse.

Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que está equivocada.

Superarse a uno mismo es un beso con lengua al amor propio.

Aquel que se quiere a sí mismo, no tiene rival alguno.

Hoy, en plena primavera, dejo abierta la puerta de la jaula al pobre pájaro azul.

Preocúpate más por tu carácter que por tu reputación. Tu carácter es lo que realmente eres, mientras que tu reputación es solo lo que los otros creen que tú eres.